Hoy podemos ver como cada vez están permitidas más licencias si de celebración de matrimonios se trata. Siempre está la opción de ir por lo clásico y tradicional, pero cada vez puedes jugar más con los estilos, colores, diseños y detalles. En ese sentido, el ramo de novia también cumple un papel importante porque complementa tu outfit entregándole esa cuota de estilo que marca la diferencia.
¿Te gustaría innovar con el ramo y optar por una idea fuera de lo común? ¡Aquí van algunas que te pueden interesar!
UN RAMO DIFERENTE
Lo primero que debes pensar al momento de elegir el ramo, es qué es lo fundamental para ti ¿Colores? ¿Tamaño? ¿Tipo de flores? El ramo es un reflejo de tu estilo y personalidad, son muchas las variables a tomar en cuenta, pero siempre partiendo de la base de que sea cual sea la opción que elijas, ésta debe combinar con tu vestido, peinado y maquillaje, que sea un aporte y no un estorbo. Acá van algunas tendencias para ayudarte en esa elección.
- No sólo flores: ¿quién dijo que el ramo de novia debe estar compuesto solo por flores? ¡Puedes agregar mucho más que eso! Por ejemplo plumas, perlas, o incluso figuras de origami como grullas o mariposas. Una opción original y entretenida.
- Abanico: suena extraño, pero el resultado es muy original y cada vez son más las novias que lo están usando. En vez de optar por un ramo como todos los demás, clásico, en que todas las flores conjugan en un centro, puedes caminar hacia el altar con un abanico hecho de las más lindas flores. Lo importante es que sea fácil de afirmar y para eso debes rellenarlo con flores pequeñas a medianas.
- Pequeño, colorido y asimétrico: el ramo con todas las flores iguales y en armonía quedó atrás, hoy puedes jugar y adecuarlo a tu estilo, seguro se robará las miradas. Un ramo que no sea demasiado grande, para no recargar, pero que no por eso deje de ser hermoso es muy fácil de conseguir. Elije flores de distintos tipos, colores y tamaños, que sean vistosas, colores fuertes y primaverales, que se note que hay flores más clásicas y pequeñas y otras notoriamente más grandes y atrevidas.
- Tonos poco comunes: una manera de romper con el esquema también es optando por un color poco común para un ramo de flores, es decir, dejar atrás los tonos blancos y rojos con ramitas verdes para dar paso por ejemplo a un atrevido azulino fuerte mezclado con morado, o tonos amarillos y color pomelo ¿Qué tal?.
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